En el primero de ellos, vimos animales disecados. No sabíamos lo que significaba esa palabra y por qué los animales no se movían, pero nuestro guía, nos lo explicó perfectamente.
Vimos muchos animales de los que viven en Cantabria y también de otros lugares. Nos convertimos en detectives que siguiendo las huellas que había en el suelo fuimos descubriendo urogallos, zorros, gamos, buitres, ciervos, muchos pájaros pequeños y mariposas de bellos colores.
En el segundo destino de nuestra excursión, descubrimos en qué consiste la labor de un alfarero y aprendimos algunas de sus técnicas, experimentando lo que se siente al modelar el barro en el torno. Cada cada uno de nosotros pudo realizar un pequeño jarrón que próximamente decoraremos en el colegio.
Seguro que ninguno de nosotros nunca había visto cómo de un trozo de barro puede salir una cosa tan bonita. ¡ Fue genial!. Pero no nos lo pudimos traer, pues el alfarero tenía que meterlos al horno para que se endurecieran.
Volvimos al cole muy cansados, tanto que alguno de nosotros echamos un pequeñito sueño en el autobús, pero muy contentos por la experiencia vivida. Estamos deseando que llegue la próxima.
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