El martes 25, a las 8 y tras un exquisito desayuno para cargar fuerza, visitó el barrio de Montmartre y después la Plaza Vendôme.
Siguió una visita y parada técnica en la ópera para comer. Después visitaron los grandes almacenes Printems y los Jardines de las Tullerías y de Luxemburgo. Visitaron el museo d’Orsay y el Barrio Latino, donde pudieron disfrutar de una maravillosa cena.
El miércoles amaneció con la ilusión de una nueva jornada en la ciudad de la luz. Las visitas no dejan de maravillar a los chicos: Notre Dame, el Arco del Triunfo, los Campos Elíseos… ¡Y comida en el McDonalds! París es una ciudad impresionante. Mañana más y mejor.
¡Estamos deseándolo!
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