Los niños y niñas de educación infantil finalizamos el mes de mayo de
la mejor manera posible: de excursión. Esta vez, de día completo y de
convivencia con todo el ciclo.
El destino, Santander y la primera parada, el Museo marítimo, un
lugar lleno de miles de especies marinas, algunas conocidas y otras
desconocidas para nosotros. De entre todas ellas, el tiburón, fue el
preferido de la gran mayoría.
No sólo aprendimos cosas sobre peces y especies marinas, sino también
observamos los efectos y las consecuencias de la contaminación en el
mar.
Una vez finalizada la visita al museo, nos dirigimos a la segunda
parada: La Magdalena. Allí visitamos a los pingüinos y a las focas, que
muy atentamente nos saludaron nada más llegar y nos demostraron su
habilidad para zambullirse en el agua.
Pasado ya el mediodía, el hambre apretaba y buscamos un sitio para comer. ¡Qué bien sabe el bocadillo en el campo!.
Por último, para hacer la digestión, un maravilloso y gigante parque
con columpios y toboganes muy diferentes y especiales, que hizo que se
nos pasara el tiempo volando.
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