Nada más llegar nos sentamos todos callados y muy impresionados por los uniformes, las esposas, las gorras y todo lo demás. Pero, cuando salieron los perros ya nos comenzamos a animar. ¡Qué animales tan listos! Encontraban los juguetes rapidísimo, buscaban a personas heridas y obedecían a la primera....¡como nosotros! Bueno...¡al menos casi siempre!
Después, los guardias nos enseñaron todos los vehículos: las motos, las furgonetas, los coches...¡Cuántas sirenas a la vez! Nos pusimos los cascos y nos sentimos guardias civiles por un momento...¡En busca de los malos!
Una vez terminamos de ver todos los vehículos entramos al cuartel y vimos los calabozos. ¡Vaya sitio tan aburrido! No hay nada de nada...ni siquiera una ventana. Nos tenemos que portar muy bien para no tener que ir nunca jamás.
Al acabar la visita, los guardias nos dieron una sorpresa. Nos regalaron unos carnets con las que nos convertimos nosotros también en guardias civiles. A partir de ahora, tenemos que estar muy pendientes de nuestro alrededor porque es nuestro deber que se cumplan las normas!
Una vez se acabo la visita y para comenzar nuestra tarea como guardias nos fuimos al parque a disfrutar de una mañana de sol y de juegos con nuestros amigos y algunos papás
¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS LOS GUARDIAS POR CONTARNOS VUESTRO TRABAJO Y POR TRATARNOS TAN BIEN!!
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